MEDIACIÓN ESCOLAR
Las personas nos distinguimos, entre muchas otras cosas, por poseer diferentes estrategias para resolver conflictos y problemas a los que nos vamos enfrentando a lo largo de nuestra vida; estas estrategias determinaran nuestro futuro y serán determinantes para resolver verdaderamente la situación o en el caso contrario, no hemos cumplido nuestros objetivos y la situación ha empeorado.
Los docentes a la hora de poner solución a problemas de aula, no deben crear un mayor clima de tensión del que ya hay por el propio conflicto. Una estrategia que funciona positivamente en el ámbito escolar es la mediación, a partir de la cual, se intenta mejorar la comunicación y la relación entre los perjudicados.
Es proceso de mediación se podría entender como una estrategia educativa cuya función es resolver los conflictos que van surgiendo en la convivencia del centro entre los propios compañeros, no únicamente englobando a los alumnos, sino también a los docentes e incluso a sus familias.
Aparicio (2002) define la mediación como “una herramienta de resolución de conflictos entre dos o más personas con intereses, necesidades y valores enfrentados, que acuden a una tercera persona imparcial, el mediador”. Ponce (2008) a esta definición de mediación escolar añade: “oportunidad que se brinda a personas con conflictos […] a hablar de su problema e intentar llegar a un acuerdo de forma positiva y productiva, siempre de manera voluntaria por ambas partes”.
Este proceso de mediación debe ser voluntario, por lo que no se puede obligar a ninguno de los implicados a participar en este procedimiento, cualquier persona que participa debe mantener total confidencialidad y no revelar ningún dato. El mediador debe mantener la imparcialidad durante todo el proceso, ya que de no ser así se influirá en el resultado de la mediación y no será satisfactoria.
La mediación escolar es considerada como una estrategia donde el principal objetivo es la resolución del conflicto, por lo que los implicados no deben competir entre sí, deberían llegar a un acuerdo común, donde ambas partes pueden salir beneficiadas. En el proceso de mediación también es importante mirar hacia el futuro y no quedarse estancado en aquellas rencillas del pasado que no ayudan a superar la situación.
En la Región de Murcia, podemos encontrar una asociación de Mediación (n.d.) donde se especifican los objetivos que tiene el proceso de mediación, entre los cuales encontramos:
- Ofrecer un espacio adecuado, neutral e imparcial, donde las personas interesadas se sientan cómodas y con confianza para exponer sus diferencias.
- Restablecer la comunicación entre personas en conflicto, potenciando la expresión de intereses y necesidades particulares.
- Promover en los participantes la creación de alternativas y opciones que deriven en acuerdos consensuados y satisfactorios para ellos.
- Cambiar la concepción negativa del conflicto como elemento de enfrentamiento hacia una visión positiva y necesaria en la convivencia de las personas.
- Otorgar a las personas la responsabilidad y el protagonismo en la solución de sus diferencias.
- Salvaguardar los intereses de los menores de edad y personas dependientes implicadas directa o indirectamente en el conflicto.
En todo el proceso de mediación varios son los responsables implicados, cada uno de ellos con funciones diferentes pero, como el mismo objetivo común: resolver los conflictos de forma pacífica y positiva.
Desde el momento en que el centro educativo es consciente de la necesidad de cambio y de la importancia de dirigir las actuaciones hacia modelos integradores, el primer paso es crear un equipo de mediación, con aquellas personas que forman parte del centro, que tienen una formación específica en este ámbito y se comprometen a gestionar adecuadamente sus funciones.
Una vez creado el equipo se debe nombrar a un coordinador encargado de: recibir las solicitudes de mediación, crear campañas de sensibilización, informar a la comisión de convivencia de las actuaciones que se llevan a cabo y guardar toda la documentación en un lugar seguro, ya que toda la información es confidencial, (Torrego, 2006).
Por último encontramos al mediador, persona encargada de llevar a cabo todo el proceso. En primer lugar debe acoger de igual manera a todos los alumnos que van a participar en la mediación y hacer que se sientan cómodos. Otra cualidad importante que debe tener un mediador es facilitar el diálogo entre las partes para que puedan llegar a los mejores acuerdos. El mediador, también, debe tener en cuenta que cada conflicto es diferente, por lo tanto, deberá tener capacidad de adaptación ante las diferentes situaciones que vayan surgiendo a lo largo de los procesos.
El mediador deberá tener capacidad de improvisar (ya que nunca sabrá como van a ir sucediendo los acontecimientos a medida que se va profundizando en la situación), demostrar empatía pero nunca posicionarse a favor o en contra o juzgar a una de las partes, deberá propiciar los acuerdos pero no dar las soluciones (los protagonistas deben llegar a entenderse y proponer la solución), aunque el mediador sí que tendrá que asegurarse que el acuerdo es equitativo para ambas partes. El mediador escolar tampoco debe juzgarles por nada de lo sucedido y mucho menos sancionarles por ello, ya que la mediación es una medida integradora donde se evitan los castigos. (Vives, 2012)
Varias son las ventajas que obtenemos cuando realizamos correctamente una mediación escolar, Vives (2012) hace referencia a diversas, entre las que encontramos: “acuerdos más rápidos que propician una mejora del clima social, mayor satisfacción de las partes, crecimiento y enriquecimiento personal, acuerdos que se mantienen en el tiempo, participación activa y responsable etc.” pero cuando los problemas vienen precedidos por agresiones que van más allá de lo verbal posiblemente nos encontraremos con grandes dificultades para resolver estas situaciones mediante dicha estrategia de intervención.
Antes de empezar, el mediador debe valorar si en cada uno de los casos que se van a tratar los resultados van a ser efectivos o, si por el contrario se desaconseja esta técnica (cuando no existe colaboración por una o ambas partes, cuando alguien se siente coaccionado o los implicados no están preparados para hablar de lo sucedido) y también debe tener presentes los errores fundamentales que debe prevenir y que Vives (2012) enumera, los cuales son: “dejarse convencer y tomar partido por una de las partes, realizar un interrogatorio, juzgar, hablar y ser el centro de atención, discutir y/o forzar la situación” si caemos en alguno de estos errores la mediación no habrá servido de nada ya que el conflicto no se habrá resulto de manera satisfactoria y el problema persistirá sin saber si con el tiempo se agravará.
Varias son las fases que se deben seguir en todo el proceso de mediación, estas fases las adapta Torrego (2000) a partir del modelo original de Léderach (2000, citado en Vives 2012).
- Premediación: Esta fase fue incorporada en la adaptación de Torrego (n.d) y consta de una reunión personal con cada uno de los implicados en el conflicto, teniendo un primer acercamiento de forma individual donde puedan expresar libremente sus sentimientos sin sentirse coaccionados y el mediador tenga la posibilidad de conocer los motivos del conflicto.
- Inicio de la mediación: el mediador debe acoger a los implicados y realizar las presentaciones. Explicar claramente en que consiste una mediación y las normas que se deben seguir (hablar sin interrumpir, no ofender ni coaccionar al compañero, intentar buscar soluciones efectivas etc.). Posteriormente el mediador preguntará si aceptan las normas para poder continuar.
- Compartir puntos de vista: cada una de las partes hará un relato de lo sucedido desde el primer encontronazo y poder obtener la mayor información posible.
- Identificar los intereses: es el momento de aclarar el problema por lo que el mediador deberá exponer aquellos puntos en común que ambas partes han relatado durante la fase anterior e intentar aclarar aquellas cuestiones que no han quedado claras.
- Crear opciones: se intenta avanzar implicándoles y proponiendo a los participantes que expresen las ideas que creen oportunas para resolver el conflicto que les enfronta intentando de esta forma, un primer acercamiento entre las partes.
- Hacer el pacto: analizar y acordar una solución beneficiosa y equitativa para todas las partes. A continuación se redacta un acuerdo donde los participantes deben firmar su conformidad y compromiso.
- Seguimiento y evaluación: el quipo de mediación deberá realizar un seguimiento para verificar que el pacto acordado se esta cumpliendo de manera adecuada por todos los implicados, facilitando la evaluación de los acuerdos establecidos.
Aparicio, Mª L (2002) La mediación como herramienta potenciadora de la convivencia juvenil y resolución de conflictos. Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado. 5, (1), 1-4.
Lederach, J. P. (2000) El abecé de la paz y los conflictos. Educación para la paz. Madrid: Los Libros de la Catarata.
Mediación. (n.d.) Consultado el 2 de Febrero desde www.mediaccion.org/la-mediacion.html
Ponce, T. (2008). La mediación escolar en los centros educativos. Revista Digital Innovación yExperiencias Educativas, 13, 1-11
Torrego, J. C. (Coord.) (2000). Mediación de conflictos en instituciones educativas. Manual para la formación de mediadores. Madrid: Narcea.
Torrego, J. C. (Coord) (2006). Modelo integrado de mejora de la convivencia. Estrategias de mediación y tratamiento de conflictos. Barcelona: Graó.
Vives, M. (2012) Convivencia y gestión de conflictos. Departamento de Pedagogía y DidácticasEspecíficas. Universitat de les Illes Balears.